Xavi Bové & Onionlab, instalaciones de luz y sonido

Seguro que conocéis a Xavi Bové por dirigir el Festival Internacional de Mapping de Girona, seguir su estela equivale a descubrir proyectos como el espectáculo de luz y música de la Catedral de Girona o vídeo mappings como «El árbol de la memoria» sobre el Ayuntamiento de Barcelona.  También te lo puedes encontrar proyectando en Eufònic Festival, viajando por todos los rincones del mundo o haciendo de realizador y Vj en el mismo Sónar Barcelona. En este artículo hablaremos de 3 de sus últimos proyectos, dos de ellos junto a Onionlab.

Instalación Brotes de Memoria

Se puede visitar hasta el 6 de enero con tres espectáculos al día: 16.45h, 17.45h y 18.45h. Cerrado los lunes. Se trata de una instalación formada a partir de una obra escultórica de luz y sonido, al mismo tiempo que transforma la zona arqueológica mediante la luz y las sombras. Nueva instalación creada para El Born, Centro de Cultura y Memoria en Barcelona. Es una instalación de LED y sonido para conmemorar el 80 aniversario del bombardeo en Barcelona. Codirigido con Onionlab.

Llueven bombas que se convierten en semillas. Del suelo hacia el cielo, en sentido inverso, nacen nuevas vidas, hilos de voz, sutiles. Brotes individuales crecen y, en conjunto, crean un coro global, un clamor social a la paz y a la libertad, en memoria a todas las voces que se apagaron para siempre y hoy son un símbolo de la respuesta a la barbaridad.

La colaboración entre Xavi Bové y Onionlab va más allá, participarán también en el festival de luz Time Rhythm de Singapur. Les seguiremos los pasos de cerca para compartir los resultados de este proyecto conjunto.

Instalación Área de Seguridad

Esta instalación forma parte de la exposición “Una infancia bajo las bombas” en la misma localización (El Born, Centro de Cultura y Memoria en Barcelona) y se puede visitar hasta el 31 de marzo. Instalación interactiva que refleja los conflictos mundiales recogidos durante el último año en los medios.

Sobre la base de la colocación y el movimiento del visitante en un área delimitada, se descubre una cartografía global de conflictos. Cuanto más zonas calientes se muestran, mayor es el onido, como si se tratara de un grito de sufrimiento para cada píxel representado, hasta llegar a ser ensordecedor, incómodo para el visitante. Al salir del área de seguridad, acercándose al conflicto o alejándose de la zona marcada, imagen y sonido desaparecen. Los países del primer mundo experimentan una aparente sensación de seguridad delimitada por una falsa libertad bajo control.