Estreno mundial de ”Phosphere» · SonarPLANTA

Entramos en la sala y vemos al artista japonés Daito Manabe preparando lo que sería la pista de baile para la companía Elevenplay. Pasa una escoba para dejar el suelo limpio y liso y chequea uno por uno todos los focos, los proyectores y los espejos para que el show salga perfecto. En el centro de la pista de baile un cubo que será el elemento con el que la primera bailarina jugará con el movimiento y los haces de luz que la siguen. La danza contemporánea y la tecnología unen sus fuerzas para ofrecer un show misterioso y magnético, en el que tres bailarinas interactuan con la iluminación ayudándose de elementos reflectantes como anillos o esferas de luz. Pura magia. Los haces parecen recordar los movimientos de las bailarinas y los repiten una vez ellas los terminan.

Daito Manabe es uno de los artistas digitales más aclamados y reconocidos del mundo. Programador creativo y diseñador de interacción, Manabe supera los límites de estas disciplinas y las lleva hasta territorios técnicos y creativos todavía sin explorar. En su currículum se enumeran premios como el Prix Ars Electronica Interactive, varios Leones del festival de Cannes y tres veces el Premio de Excelencia en el Japan Media Arts Festival. La instalación Phosphere fue intervenida repetidas veces durante el día por las tres bailarinas de la compañía Elevenplay, Mikiko, Saya y Eriasa. Los asistentes también podían jugar con las esferas de luz e interactuar con la instalación.

Phosphere es la instalación protagonista de la 24ª edición del Sónar Festival. Una experiencia inédita que consta de una arquitectura híbrida robotizada formada por espejos sincroniados, máquinas de humo, haces de luz y 24 proyectores de vídeo. Phosphere significa “esfera de luz” y es una obra creada por el artista japonés Daito Manabe y su estudio Rhizomatiks para SonarPLANTA 2017. La pieza se inspira en el proceso de cristalización de ciertos minerales y en sus formas orgánicas a veces imposibles. Rhizomatiks es un estudio japonés fundado en 2006 por Daito Manabe, integrado por un equipo de trabajo con conocimientos y experiencia en informática, iluminación y sonido. La ingeniería se convierte en el idioma del arte, y lo visual se convierte en código, siempre partiendo de la misma base: la curiosidad, la magia y el juego.

Entonces, en qué quedamos ¿escenografía, danza o instalación? Un híbrido de las tres cosas. La obra es un espacio expresivo tridimensional nunca visto en el que se conjugan dos mundos, el del espacio de la sala y el generado digitalmente con el ordenador. A partir de la geometría en movimiento de todos los elementos y mediante la tecnología de cálculo óptico, las dos dimensiones interactúan y se sincronizan para generar una nueva experiencia visual e inmersiva.

Una experiencia espacial única heredera de los nuevos lenguajes en el mundo de la danza contemporánea y el vocabulario del mapping y las instalaciones interactivas.