Corazón dorado consiguió en 45 minutos dejarnos atónitos con su enérgico directo. Un sonido cautivador lleno de matices, voces, melodías envolventes y unos movimientos “muy difíciles de superar”.
Tras años de férrea militancia en la escena net-label con multitud de EPs y colaboraciones a sus espaldas, Santiago Lizón ha dado por fin el salto al formato LP de la mejor manera posible: recayendo ni más ni menos que en el mítico sello norteamericano n5MD. La sorprendente mezcla de texturas shoegazer, ritmos rotos, voces angelicales y bajos profundos que conforman Biodance (n5MD, 2012) lo convierten, de pleno derecho, en uno de los discos de música electrónica más interesantes de 2012.