Entrevistamos a los programadores de L.E.V Festival, Cristina de Silva y Nacho de la Vega. L.E.V. es un Laboratorio de Electrónica Visual y también, como ya sabes, es el Festival Internacional de Creación Audiovisual de Gijón. Un evento que desde hace más de 12 años ofrece una visión ecléctica y 360 grados del panorama de la creación ligada al arte digital audiovisual.
El L.E.V. Festival se basa en las sinergias que existen entre imagen y sonido en directo, la experimentación y por las múltiples hibridaciones entre géneros que manifiestan la importancia de las artes visuales y la música. Quizá no lo sabías pero El Laboratorio de Electrónica Visual rinde homenaje a través de sus siglas a Lev Thermen, científico ruso padre de los sintetizadores actuales).
Edición tras edición, desde Vjspain, hemos amplificado y comunicado el line up del festival, recomendando lo que no nos perderíamos del cartel. Esta vez, hemos querido ir un poco más allá y hemos entrevistado a sus programadores. Ellos hacen ese trabajo que no tiene lugar en los escenarios ni a ojos del público pero es imprescindible para que el L.E.V sea lo que es. Cristina de Silva (1972) y Nacho de la Vega (1968) forman FIUM, un colectivo de activistas culturales centrado en el vídeo, el sonido y las instalaciones multimedia. Además, desde hace años compaginan su trabajo artístico con el comisariado y la producción de diversos eventos como Arenas Movedizas y el L.E.V., puesto en marcha por el colectivo DATATRON 03XF del que ambos son miembros fundadores.
¿Tenéis redes sociales?
Tenemos redes y bio compartidas como FIUM o DATATRON que son los colectivos desde los que siempre hemos articulado nuestros proyectos, ya sean creativos, curatoriales o mezcla de las dos cosas. Desde los comienzos siempre ha estado todo mezclado. Y por supuesto las del L.E.V.
A nivel personal no les damos mucho uso a las redes.
¿Cómo definiríais vuestro trabajo?
Somos una mezcla de activistas culturales, artistas multimedia y comisarios, estamos afincados en Gijón y somos directores del L.E.V. Festival, el Laboratorio de Electrónica Visual, y del Circuito de Propuestas Artísticas Arenas Movedizas, ambos en Gijón.
Desde hace 20 años formamos parte activa de la escena del arte digital y la cultura electrónica, sirviendo de catalizadores y propulsores de redes de trabajo y creando plataformas de visibilización de la creación contemporánea a través de proyectos curatoriales y colaborativos como la red internacional #ENCAC
Actualmente estamos focalizados en la gestión cultural y en la producción de proyectos relacionados con la cultura electrónica y el arte digital. Muy vinculados con la comunidad, nos interesa sumar públicos, energías y apoyos de instituciones públicas y privadas para crear ecosistemas estables de apoyo y diseminación de la creación contemporánea, buscando siempre un punto de vista multidisciplinar y heterogéneo.
Como FIUM, colectivo de artistas audiovisuales en activo desde 1998, hemos estado presente en multitud de eventos y establecido colaboraciones con creadores de diferentes ámbitos. En el año 2007 fundamos la plataforma DATATRON desde la que dimos vida al L.E.V. y actualmente también a los LEVents y L.E.V. Matadero.
¿Cuánto hace que programáis LEV?
13 años, llevamos programando el LEV desde la primera edición en el año 2007.
¿Cómo ha sido la evolución desde que empezasteis con esta labor?
Pues toda una aventura, ya que el Festival es algo vivo que te exige actualizarte contantemente. A lo largo de estos años, que han sido realmente intensos, hemos estado atentos a las nuevas escenas y a las nuevas herramientas y procesos creativos.
Un objetivo claro desde el principio es que queríamos ofrecer un proyecto a escala humana, cercano y accesible, que nos permitiera relacionarnos con el público pero también trabajar mano a mano con los artistas, estando en contacto con ellos, participando en coproducciones, realizando residencias artísticas, para no perder el pulso de lo que realmente está ocurriendo en los ámbitos de creación.
Paralelamente también hemos buscado nuevos espacios, momentos y maneras para alojar a las distintas propuestas, propiciando colaboraciones y redes para poder estar en contacto y compartir experiencias con proyectos similares.
El objetivo del programa de cada edición es generar un circuito de actividades que dialoguen entre si y con el público. Del que puedas disfrutar de manera íntegra, si es lo que te apetece ya que las actividades no se pisan, o sumarte de manera más tangencial acudiendo por ejemplo a las instalaciones. Creo que en las últimas ediciones quizás percibimos e intentamos diseñar aun más el Festival como un todo, una experiencia única global.
¿Cuesta conseguir programar a los nombres que os proponéis?
Cuesta, claro. Aunque a día de hoy el L.E.V. es un Festival consolidado y al que a los artistas les gusta venir, tienen que coincidir bastantes factores logísticos y económicos, a parte de la disponibilidad del artista. Los conexiones con Asturias son complejas, la producción técnica (aspecto que cuidamos mucho) tiene que ser compatible con el resto de espectáculos,… es un tetris total.)
¿Cambios destacables en cuanto a avances tecnológicos o tendencias en el sector visual y de arte digital?
Te puedes imaginar, en la última década el desarrollo ha sido increíble a nivel tecnológico y muy enriquecedor a nivel creativo. En el entorno digital las fronteras se han diluido hace tiempo, los espectáculos trascienden los formatos clásicos y da la impresión de que en estos momentos todas las ideas son realizables. El límite a nivel creativo ahora mismo no existe, las nuevas herramientas abren nuevas opciones para la creación colectiva, en red… Todo avanza muy rápido, es un ámbito en ebullición y eso es muy estimulante tanto para los creadores como para los programadores y, por supuesto, para el público.
¿En qué os basáis para la selección de artistas?
Básicamente proyectos que nos haya gustado y despertado nuestro interés, hay una parte emocional muy fuerte. Pero también entran otros factores en juego, como el desarrollo que tiene en directo, el uso de la tecnología, cómo se relacionada con el resto del programa que tienes en mente…
Nos gusta mezclar, no ponernos demasiados límites en lo que se debería programar o seguir las tendencias sin más. Por supuesto estamos siempre atentos a las nuevas escenas, pero buscamos que se integren con los proyectos pioneros y referenciales de otras épocas, propuestas nacionales y locales con artistas de diferentes nacionalidades, con recorridos diferentes y de ámbitos distintos. Luego ya hay que armar el tetris que antes comentábamos y, posiblemente, tengas que dejar algún proyecto en tierra porque no haya manera de encajarlo en la línea que buscamos para esa edición en concreto.
¿El espacio en el que tienen lugar las actividades, afecta a esta selección?
Absolutamente. También el horario, con quién compartes escenario, el aforo… Hay proyectos más versátiles que, desde nuestro punto de vista, sí que pueden desarrollar en diferentes espacios. Aunque, evidentemente, la percepción que te vas a llevar de ellos será diferente. Y otros que piensas que sólo van a funcionar en una localización concreta.
¿Algún ejemplo?
(esta pregunta es para hablar de los distintos espacios en los que se desarrolla el festival y el tipo de programación en cada uno de ellos).
Manufactory de Transforma, aunque es un proyecto que también tiene versión instalativa, solo podría desarrollarse en el Teatro, ya que se trata de una producción compleja con unos requisitos a nivel técnico que no podríamos asumir en otro espacio. El Teatro, en ese sentido, nos permite alojar y desarrollar espectáculos audiovisuales que de otra forma sería imposible.
La verdad es que este año creo que es una de las ediciones en las que más hemos jugado con este tema y hemos incluido por ejemplo en la Nave proyectos que quizás en a priori serían mas para programar en el Teatro, como Single Origin de Robin Fox, o Delta-T. Pero nos apetece empezar en la Nave con alguna propuesta más experimental para dar paso después a directos audiovisuales de formato más clásico.
Por otro lado, desde la pasada edición, hemos incluido programación en la Caja Escénica del Teatro de la Laboral porque echábamos de menos poder programar espectáculos de manera más íntima, para un aforo menor. Así que los domingos ofreceremos este tipo de propuestas en entornos especiales como la Caja Escénica o el escenario junto a al lago en el Jardín Botánico, este año con el fantástico Oliver Coates.
Y hemos tendido a buscar nuevas localizaciones para el día, ya que nos encanta programar en esta franja horaria, como el que se estrenó en la edición pasada, el Muséu del Pueblu d`Asturies, que tuvo una muy buena acogida por parte del público.
¿Qué le dirías a los amantes de las artes digitales para convencerles de no perderse LEV Festival 2019?
Jeje, nos da un poco de pudor pero venga, en plan peliculero: ya de mano si no conocen Asturias y Gijón tienen que venir, más aún siendo el LEV! 4 días de experiencias sónicas y visuales en espacios alucinantes.
Un compendio de propuestas muy ecléctico con el que podrás disfrutar las diferentes maneras en las que se trabaja en el campo de la creación audiovisual, electrónica y digital, en un entorno privilegiado, sin agobios y con un público fantástico:)
¿Este año habéis intentado programar más mujeres siguiendo la tendencia en otros festivales o básicamente como siempre, buscando la calidad sin importar el género?
Le damos mucha importancia a que haya proyectos de mujeres, por supuesto, estamos muy atentos para poder apoyar y dar cabida a estos proyectos, pero no trabajamos con cuotas.
Pero si hablamos de apoyar y visibilizar el trabajo de las mujeres creemos que también es importante no sólo el programarlas sino el contar con ellas en los equipos de trabajo, en este caso de los Festivales. Un ámbito laboral en el que, como en muchos otros, hay menos mujeres que hombres.
¿Algún artista “cabeza de cartel” que lo haga imperdible?
¡Ay, que difícil! ¿Transforma, Caterina Barbieri y Myriam Bleau?
¿Refik Anadol, Gazelle Twin y Radioactive Man?
¡Lanar Artefax!
¿Algún artista “que aún no es muy conocido” que lo haga imperdible.
Colin Self, Yamila y Mathilde Lavenne… ah, y Iglooghost y su loco mundo colorista.
¿Festival preferido para vosotros que no sea L.E.V?
Muchos, Semibreve en Braga, TodaysArt y Rewire en la Haya, CTM en Berlín, Mutek Montreal, Unsound, Stereolux… hay muchos que tenemos ganas de conocer pero que todavía no hemos tenido la oportunidad.
¿A qué artista os gustaría traer pero es inalcanzable o casi imposible?
Quizás propuestas con formaciones muy grandes, que es casi imposible alojar en un Festival con la operativa del L.E.V., por ejemplo: Cinematic Orquesta. O propuestas complejas por su producción como Squarepusher, al que llevamos varios años intentando cazar.
Artistas que habéis programado este año de los que estáis más orgullosos.
Lanark Artefax y el proyecto Scanaudience, que se estrenará en L.E.V. Y en general todos lo que tenemos alojados en residencia, como el fantástico Synspecies, de Elías Merino y Tadej Droljc, Ex(O) de Alex Augier y Alba Corral y Antivolume in/ext de Lucas Paris. Y los que estamos coproduciendo, como Manufactory de Transforma.
¿Qué es LEVents?
Los LEVents son programaciones en colaboración con otros festivales o espacios culturales que hacemos desde el L.E.V. pero de manera paralela. Siempre hemos propiciado estas colaboraciones, pero a la hora de poner orden en nuestros proyectos hemos decidido agruparlos bajo la etiqueta de LEVents, para poder comunicarlos mejor. El año pasado por ejemplo hicimos LEVents en colaboración con Medialab Prado (AVLab), Veranos de la Villa y Matadero, FICX (Festival Internacional de Cine de Gijón), Arenas Movedizas y NBO (Noche Blanca de Oviedo).
¿Y cómo es la extensión del festival a Madrid?
Es una propuesta que se articula y se complementa con la de edición de Gijón, focalizada en el audiovisual, la electrónica y la cultura digital, seguimos siendo el Laboratorio de Electrónica Visual, pero que buscará dar cabida a proyectos que se escapan de los formatos en lo que habitualmente venimos trabajando y tendrá nuevas secciones dedicadas a la realidades “inmersivas” desde un punto de vista historicista y experimental.
Concebimos L.E.V. Matadero como un proyecto con su propia identidad y que construye un tejido de programación entre las dos ediciones.
Tampoco queremos desvelar mucho pero, como comentábamos más arriba, las nuevas herramientas digitales nos ofrecen oportunidades insospechadas hace pocos años para poder seguir construyendo nuestro imaginario colectivo y, a la vez, evadirnos por un rato de esta realidad tan compleja y asfixiante que nos está tocando vivir.